|
FÓRMULA 4 - SALSA ROJA
Se pone en una cacerola una cucharada de manteca, para derretirla;
cuando está caliente, se espolvorea con tres cucharadas de harina
(siempre debe ponerse un poco más de harina que de manteca), y se
remueve con la cuchara de madera. Cuando la mezcla empieza á tomar un
color dorado, se añade una cantidad suficiente de agua, y se sazona con
sal y pimienta, dejándolo hervir á un fuego suave.
|
Si la salsa está muy espesa, se añade un
poco de agua ó de caldo; si demasiado clara, se diluye en una taza una
cucharada de harina con un poco de la misma salsa, y se vierte en la
cacerola, revolviendo con la cuchara de madera para evitar que se formen
grumos; ó bien se añade simplemente un poco de fécula desleída en agua.
En lugar de manteca, puede emplearse, por razón de economía, aceite,
ó pequeños trozos de tocino.
Esta salsa puede tenerse preparada de antemano, porque durante el
invierno se conserva fácilmente algunas semanas, y cuando haya de usarse
se calienta un poco, añadiéndole cierta cantidad de agua.
Cuando está bien hecha, puede reemplazar á la salsa española y á la
salsa á la Velouté, que ya hemos descrito.
|