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(MISTELAS)
Mistela de henebro
Se molerá en un mortero, hasta la cantidad de medio
cuartillo los granos de henebro; bien maduros, y puestos á hervir en
medio cuartillo de agua, hasta que haya levantado cinco ó seis
hervores, se echará todo en dos azumbres y media de aguardiente y
después de haberse infundido por espacio de un dia, se aumentará por
ejemplo, á cada media azumbre de esta infusión de un cuarterón de
azucar, si estimese demasiado fuerte se templará con agua natural.
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Mistela blanca, y otros colores, y sabores
Se mezclará con una libra de azucar, una onza canela,
dos de clavos especia, pimienta blanca, gengibre, nuez de especia, y
dos azumbres agua clara natural, puesto todo en un perol al fuego,
aumentando una clara de huevo, para clarificar el azucar, no en polvo,
sino clarificado, rebajando á medida de agua que tuviere el azucar, la
dosis de las dos azumbres; y todo se dejará hervir, hasta que se haya
reducido de cuatro en tres partes, ó algo menos, si se considerase que
el licor no ha recibido suficiente la composición; hecho esto se añadirá
á la cocción de media azumbre de aguardiente, habiéndose
infundido un breve tiempo, se clarificará por un cedazo fino, que es lo
suficiente. A esta mistela se le da el olor, y sabor de las frambuesas, fresas,
ú otro cualquier genero de flores, echándola su zumo, ó sino
se puede aplicar la flor de naranja, ú otra flor; de cualquier especie
de fruta. También sé puede hacer mistela de vino, del mismo modo que la
del aguardiente.
En efecto de las mistelas rojas, arriba dichas, se
puede dar á estas el propio color, echando la cochinilla preparada
con vino encendido de la mancha, bien grueso y tinto del zumo de moras.
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